Sólo unas pocas semanas más tarde de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso el 24 de febrero de 2022, el ejército chino inicia maniobras militares entre el mar que separa China de Taiwán. Un movimiento más en la partida que se juega dentro del tablero geopolítico en el que los diferentes bloques políticos mueven sus fichas para conseguir su interés.
Taiwan es el mayor fabricante de microchips y quien controle sus fábricas o tenga lazos más estrechos con este país será clave para conseguir mejores condiciones de suministro de un elemento clave para la industria.
El caso del Nordstream
A finales de septiembre las tuberías Nord Stream 1 y 2, que van de Rusia a Alemania bajo el mar Báltico, sufrieron una caída de presión súbita en zonas económicas de Suecia y Dinamarca. Todo precedido por dos explosiones que desencadenaron diversas fugas de gas. Los dos bloques políticos no tardaron en cruzar acusaciones de sabotaje, pero lo que es claro es que Europa sufrirá un duro invierno y lo acusarán sus habitantes, sus industrias y por ende su economía.
El tener lazos estratégicos con ciertos socios comerciales tiene consecuencias si se depende estrechamente de ellos en suministros claves para tu desarrollo.
Europa lo sabe y no quiere cometer viejos errores. Te imaginas que dentro de unos años un elevado porcentaje de los datos de tu fabrica esta custodiado en servidores del sudeste asiático o en servidores de las grandes tecnológicas al otro lado del Atlántico.
Cloud Computing Europeo
Imagina que en vez de un corte en el suministro de gas es un corte del acceso a tus datos. Esos que necesitas para que tu fábrica pueda seguir funcionado, haciendo simulaciones, tomando decisiones y los que usas para alimentar tus algoritmos y tu gemelo digital.
Por eso el proyecto Gaia-X no es una opción de Europa, es toda una obligación. Actualmente una buena parte de los servicios cloud computing se controlan desde Silicon Valley o, en general, desde Estados Unidos. Amazon, Google, Microsoft controlan este mercado. Por eso la Unión Europea ha lanzado Gaia-X, que defiende la creación de una infraestructura digital que garantice la seguridad, la transparencia y la protección de los datos. Actualmente, se encuentra promovido por los gobiernos de Francia y Alemania, y colaboran más de 300 organizaciones y empresas del sector político, científico, empresarial e industrial de toda Europa.
Uno de los propósitos más importantes del proyecto Gaia-X es independizar a la UE de las infraestructuras digitales de otros actores globales como China o Estados Unidos. A medida que avanza la digitalización y la necesidad de almacenar los datos en infraestructuras cloud, una gran parte de las empresas europeas contrata estos servicios con las multinacionales americanas.
Y de hecho estas empresas no suelen cumplir con los requisitos europeos en términos de protección y transparencia de los datos. Además de poner en sus manos un bien básico para la digitalización y avance de nuestras industrias como son los datos.
La industria europea no puede permitirse un caso similar al Nord Stream con sus datos, por lo que Gaia-X no es una opción sino toda una obligación.